lunes, 30 de agosto de 2010

Noche de Cuatro Lunas

Las noches prestan su tiempo al fotógrafo, para que deslice silenciosamente sus imaginaciones más escondidas y las refleje en aquello que ha de editar.

Nadie sabe a ciencia cierta lo que resultará de su trabajo, a veces ni tan siquiera él mismo, hasta que da por finalizado el trabajo de laboratorio. A partir de ese momento, las fotografías ya no son suyas, pertenecen al resto del mundo, que tendrá que juzgarlas.
No es posible predecir en qué parte de su alma encontrará esos reflejos definitivos... que plasmará contaminando cada una de sus fotos con ella.
El no es nadie cuando observa a través del visor de su cámara, sin embargo lo es todo por un instante, cuando dispara y capta un ínfimo momento del tiempo que mostrarán sus imágenes para siempre...
Siempre estará detrás de su cámara y rara vez saldrá en la foto, pero estará frente a cada foto, siempre en el mismo punto de vista del observador, mirando lo mismo... y quizás... sólo quizás... sintiendo y pensando lo mismo que vayan a pensar algunas de las personas que miren esas fotos.
Sea como sea, desde estas escuetas líneas, sólo se pretende llamar la atención de usted hacia la figura del fotógrafo, al menos por un instante, ya que a partir del siguiente punto final, quienes les hablarán serán las imágenes que verá expuestas en este blogg.


Leidy Castro

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