lunes, 30 de agosto de 2010

Idea de negocio.

Idea de Negocio


Idea de negocio



Las ideas de negocio son el punto de partida de cualquier proyecto empresarial. Una vez que se ha detectado una oportunidad de negocio es fundamental hacer un análisis de previabilidad de la idea, para determinar si es factible o no llevar adelante el proyecto.



El origen de la idea



De la idea a la oportunidad de negocio. ¿De dónde surgen las ideas de negocio? Conozca alguna de las fuentes más comunes.



Análisis de Previabilidad



Factores clave para identificar una oportunidad de negocio: la capacidad emprendedora, la existencia de demanda suficiente y el acceso a los recursos.



Capacidad Emprendedora

Demanda suficiente

Recursos suficientes

Artículos relacionados



Compártelo

Análisis de previabilidad



Factores clave para identificar una oportunidad de negocio: la capacidad emprendedora, la existencia de demanda suficiente y el acceso a los recursos.



DE LA IDEA A LA OPORTUNIDAD DE NEGOCIO





Una idea no tiene por qué ser una oportunidad de negocio. Pero si idea y oportunidad coinciden, la creación de una empresa podrá ser viable.



Para saber si la idea emprendedora es una oportunidad de negocio habrá que escuchar atentamente al mercado, testarla y tener en cuenta además otras variables como: la capacidad emprendedora, la existencia o no de una demanda suficiente y la posibilidad de disponer de recursos.



Capacidad Emprendedora

Demanda suficiente

Recursos suficiente





Capacidad Emprendedora


Una de las tres condiciones básicas de previabilidad de un proyecto empresarial consiste en el análisis de la capacidad emprendedora del promotor o grupo emprendedor. Aunque no existe un perfil ideal del emprendedor, sí se puede identificar algunas actitudes y aptitudes que favorecen al emprendedor.



Las aptitudes se refieren a las habilidades y conocimientos en los que se apoya el buen emprendedor, mientras que las actitudes apuntan las maneras o comportamientos del futuro empresario.



Éstas son algunas características que denotan capacidad emprendedora:



• Creatividad

• Capacidad organizativa

• Capacidad de dirigir y motivar al personal

• Capacidad de trabajo

• Planificación

• Resistencia a la frustración

• Capacidad de asumir riesgos

• Disponibilidad de tiempo

• Capacidad de observación y análisis

• Adaptación al cambio

• Capacidad de establecer relaciones interpersonales en el entorno de la empresa

• Capacidad de inspirar confianza a socios, colaboradores, clientes, proveedores, empleados, bancos.

• Confianza en sí mismo e ilusión por el proyecto

• Saber elegir a los colaboradores y formar un verdadero equipo

• Capacidad para tomar decisiones

• Iniciativa y espíritu innovador

• Capacidad para organizar y coordinar medios económicos, humanos y materiales

• Visión estratégica.



Además, la capacidad técnica y financiera y el conocimiento del sector en el que se va a realizar la actividad van a resultar imprescindibles para el éxito del proyecto. La formación y los apoyos familiares también son importantes. El emprendedor no tiene porqué ser un especialista en los diferentes campos que afectan a la vida de la empresa, pero sí debe tener un conocimiento global de los mismos y saber rodearse de un buen equipo de colaboradores.



Las aptitudes se refieren a las habilidades y conocimientos en los que se apoya el buen emprendedor, mientras que las actitudes apuntan las maneras o comportamientos del futuro empresario.



Si nos referimos a un grupo promotor sería conveniente realizar la autoevaluación de manera individual y también conjunta, ya que el grupo funciona de manera diferente a cómo lo hace la suma de los diferentes individuos. Cuando nuestro proyecto es colectivo, resulta más fácil que los perfiles se complementen y las capacidades de las que carezca uno de ellos se encuentren en otros.





Demanda suficiente



La viabilidad de un negocio depende de su permanente adecuación a las necesidades del mercado. Es necesario, por tanto, saber hacia dónde se dirige la demanda de los consumidores para identificar una oportunidad de negocio con futuro.



Valorar si se contará con demanda suficiente, si el mercado lo necesita, si no está saturado ya con la oferta actual, si el futuro negocio tendrá clientes, si éstos podrán pagar por esos productos o servicios y si estarán dispuestos a ello.



Es importante tener en cuenta el grado de innovación de la idea, estudiar la competencia existente y valorar la sensibilidad a los cambios económicos, sociales, políticos y demográficos del entorno que puedan afectar a nuestro producto o servicio.





Otro punto fundamental a la hora de hacer el primer análisis que determinará si la idea de negocio puede ser o no viable es la identificación de los recursos necesarios, que se pueden dividir en tipos:



Recursos humanos



Es necesario determinar la disponibilidad y dedicación del promotor o promotores del negocio y comenzar a pensar en la plantilla laboral necesaria para llevar a cabo la actividad desde un principio, así como la cualificación requerida. Se puede contar con personal interno y personal externo.



Es importante también tener en cuenta los tipos de contrato que se pueden realizar y los gastos de personal derivados de estas contrataciones.



Recursos técnicos



Valorar los aspectos técnicos y organizativos que conciernen a la elaboración de los productos o a la prestación de los servicios: capacidad técnica de los promotores y del equipo inicial, prescripciones técnicas, innovación del producto o servicio, marcas, patentes, equipamiento, etc.



Recursos económicos



Decidir si se contará con financiación propia o ajena para cubrir las necesidades de puesta en marcha e inicio de la actividad. En caso de optar por fuentes de financiación ajena, tener en cuenta las posibles ayudas que se ofrecen para el sector de actividad, y/o prever las garantías de que se dispone para obtener financiación bancaria (avales, hipotecas, etc.).

No hay comentarios:

Publicar un comentario